A Wes Anderson le gusta fijarse en las cosas raras de la gente corriente. Eso está claro si atendemos a la fauna que puebla sus películas; en ellas lo raro es lo corriente y así, a base de excentricidades, sus personajes se nos hacen cercanos. Este particular autor apela al mismo estupor que nos produce cualquiera de las personas que nos rodea: todos estamos locos y tenemos nuestras manías, nuestras cosas. La vida es, muchas veces, como una película de Wes Anderson.
En este corto, Hotel Chevalier (2007), no aparecen Bill Murray ni Owen Wilson, habituales secuaces del director tejano, por lo que el nivel de extravagancia baja mucho. Tampoco viene a cuento, porque la cuestión es subirse un ratito a una historia, la de unos amigos o lo que sea que se encuentran en un hotel de París, y meternos un momento en la habitación, sólo unos minutos. Es obvio que hay un pasado y un futuro alrededor de la secuencia que vemos, pero Anderson nos sugiere ese instante de la vida de estos dos personajes.
Frente a la cámara: Natalie Portman y Jason Schwartzman, que ya actuó en Academia Rushmore (1998) y Viaje a Darjeeling (2007) del propio Anderson. Este actor californiano, sobrino de FF Coppola, siempre me hace gracia. Sus personajes son tan serios y dignos como torpes. En la serie Bored to Death le podemos ver en estado puro.
El corto acompañaba la cinta Viaje a Darjeeling, quizá la peor de este director, en su emisión en cines, y aquí está dividido en dos partes que podéis ver más abajo.
Animaos, si no es por Wes Anderson que sea por la Portman...
Primera parte:
Segunda parte:
Una sencilla historia, rodada con gran plasticidad, que te transmite un torrente de sensaciones. Real como la vida misma, aunque yo no le habría puesto el albornoz a Natalie Portman ni por descuido. El tema que suena es genial, ¿qué dijiste que era?
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